Querido diario de la ilusión:
Hace ya tres años acabé de escribir La canción número siete. Con un desbordante entusiasmo, comencé a enviarla a las editoriales y agentes que yo consideraba que podrían interesarse por ella. Mientras esperaba la ansiada respuesta, a menudo pululaba por los pasillos de las librerías y soñaba despierta, imaginando la portada de mis novelas entre las mesas de novedades. Compraba algún libro que había llamado mi atención y volvía a casa pensando la suerte que había tenido ese autor por ver su sueño hecho realidad.
Los días que era optimista creía firmemente que antes o después lograría publicar alguna de mis obras con alguna editorial de cierto renombre. Pero en los momentos de pesimismo, me hundía en el desconsuelo y veía extremadamente difícil llegar a alcanzar mi meta. Las respuesta que tanto ansiaba no llegaba nunca y, aunque una importante agencia literaria había creído en mi trabajo, seguía siendo muy difícil que una autora inédita encontrara una oportunidad en el mundo editorial.
En enero de 2012 decidí dar a conocer las dos novelas que he escrito hasta el momento, La canción número siete y Aevum, en una red social literaria llamada megustaescribir.com. La mayoría de los que me siguen conocen mi blog gracias a esa web, donde mis dos obras se situaron entre las 10 más valoradas. Gracias a que dejé que las leyeran de forma gratuita, conseguí comentarios muy valiosos de los lectores, y gracias al entusiasmo de los mismos, al final me decidí a probar suerte auto-publicando La canción número siete en Amazon.
A partir de ese momento mi sueño comenzó a hacerse realidad de una forma vertiginosa. La novela se situó en pocos días en el primer puesto de ventas y durante semanas fue el e-book más vendido en amazon.es, cosechando críticas muy entusiastas. Para mí aquello ya era un logro que jamás habría imaginado.
Sin embargo, el destino me tenía reservadas más sorpresas y todas ellas muy agradables.
La primera: gracias a la popularidad de La canción número siete, fui seleccionada para ser miembro del jurado del Certamen de Relato Corto para Jóvenes Talentos que desde hace más de 5o años organiza Coca-Cola. ¡Fue una experiencia mágica formar parte de esta iniciativa porque hay muchas plumas incipientes que derrochan tinta llena de creatividad!
La segunda: Amazon me invitó a un taller de escritura el día de Sant Jordi en Barcelona, donde tuve el placer de conocer a otros escritores como Juan Gómez Jurado, Esteban Navarro y Fernando Gamboa. Al mismo tiempo, pude compartir mi positiva experiencia en la auto-publicación con muchas almas inquietas que recibieron con gran entusiasmo los consejos de aquellos que habíamos triunfado en Amazon.
Y la tercera: debido al éxito que había tenido La canción número siete en mi andadura en internet, tres editoriales se mostraron interesadas en publicarla en papel. Tras darle muchas vueltas a sus propuestas, y con la inestimable ayuda de la agencia literaria de Antonia Kerrigan, finalmente me decidí por la editorial Temas de Hoy, perteneciente al Grupo Planeta. Gracias a la ilusión que está derrochando mi editora, Raquel Gisbert, y el entusiasmo de su gran equipo, La canción número siete llegará a las librerías este próximo otoño.
Ha sido un viaje largo. Un viaje que a veces ha sido muy duro y amargo, pero al final la ilusión por conseguir mi sueño ha sido más fuerte que los momentos de desconsuelo. Por eso hoy empiezo este diario en mi blog, donde quiero ir contando a todos los que me siguen cada detalle de esta apasionante aventura que comienzo.
En el “Diario de la ilusión” iré escribiendo las anécdotas del proceso editorial que emprende La canción número siete. Será un placer compartir esta experiencia con todos aquellos que me han apoyado y seguido fielmente desde mis inicios. Muchos de los que han comentado sobre esta novela en mi blog, o me enviaban conmovedores e-mails, mostraban su deseo de verla algún día en las librerías. Y en parte les debo a ellos que así sea, ya que con sus palabras de ánimo me ayudaron a que creyera en mi sueño. ¡A todos ellos les doy las gracias de corazón!
Hoy me despido con un mensaje para todos: la ilusión es un arma muy poderosa, ¡así que nunca dejéis de creer en vuestros sueños!